La experiencia es clave.
Los OKR son una metodología simple y con un marco bien amplio, dejando espacio para que cada organización la implemente según su interpretación, o según lo que aprendieron en alguna capacitación de OKRs.
El problema con esto es que salvo pocas excepciones (entre las cuales no está “Mide lo que Importa”), los libros no muestran los desafios reales de la implementación y por ende no existen todos los lineamientos necesarios para lograr una exitosa y rápida adopción de la metodología. Es con la práctica y la experiencia, como se aprende cuales son las claves para una correcta implementación.
Entre lo más complejo es lograr que la organización distinga entre lo importante y lo prioritario y ponga foco en aquello. No es fácil lograr que un equipo directivo escoga entre sus 10 (si no más) objetivos estratégicos definidos luego de días de trabajo, sólo 2 ó 3 de estos para desarrollar los OKR y luego desafiar ese objetivo para encontrar el verdadero foco (laser focus).
Tomemos un caso de una empresa de telecomunicaciones que asesoramos en EE.UU. para resaltar este punto:
Entonces al final del día tú vas a llegar a la conclusión de que lo que la organización quiere no es crecer un 15% en las ventas, sino que quiere “tripilicar los ingresos por clientes corporativos de servidores en la nube”, eso es FOCO. Eso hace la gran difrencia, todo ese proceso de cuestionamiento, es un proceso que habitualmente no se hace y es clave para obtener resultados.
Por esto, es clave contar con un equipo experimentado no solo en OKR, sino en el lenguaje de los negocios, que pueda hacer las preguntas correctas y perseverar en la búsqueda del foco. Debe haber alguien que se atreva a desafiar y que sea escuchado.